La trampa de las resoluciones de fin de año
Diego Yarawy
Cada año encontramos esta motivación colectiva de renovar nuestras vidas e ir finalmente por estos sueños que tanto hemos estado prolongando. Sin embargo, para la gran mayoría de la humanidad estas resoluciones se van a la basura al cabo de unos meses, días o hasta minutos después de que han sido escritas.
¿Cómo podemos hacer para que estas resoluciones sobrevivan a los hábitos de nuestro pasado?
1- Asumamos la responsabilidad de nuestras vida
Se honesto contigo sobre lo que realmente quieres. No lo que te han enseñado que deberías hacer, sino lo que tu corazón te dice. Es momento de que asumamos nuestra misión. Cerciorémonos de que nuestra intención nazca del bien común y no del egoísmo. “Dios trabaja contigo, pero no para ti”.
La física cuántica ya nos lo ha explicado. Todo lo que vivimos es nuestra propia creación. Nuestras creencias se manifiestan en nuestro cuerpo y en nuestra realidad. Si seguimos contándonos la historia de que somos víctimas de algo externo, perdemos el poder de transformarlo. No es culpa de nadie más, ni de ninguna circunstancia que no logremos nuestras metas. Nuestra vida es un simple reflejo de nuestros hábitos. Nuestros hábitos son un reflejo de nuestras creencias. “Cuando cambias la forma de ver las cosas, las cosas que ves cambian”. -Wayne Dyer
2- Dejemos ir el pasado
El inconsciente funciona con símbolos. Haz un tablero con imágenes de lo que quieres dejar atrás. Así mismo, escribe una frase al frente de cada imagen agradeciendo lo que esto te ha enseñado en tu vida. Medita por cuarenta días con este cuadro. Encuentra gratitud y calma en tus emociones. Luego rómpelo. “Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, obligan a la fuerza cósmica a que los reproduzca cuantas veces sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma.” –Carl Jung
3- Visualicemos el futuro
La imaginación es la semilla de la creación. Las emociones son la gasolina.
Haz un tablero de visión con imágenes que te hagan sentir tus sueños.
Visualiza estas imágenes cada mañana. Siente la gratitud en tu cuerpo por estas posibilidades que crecen en este momento presente.
El universo está hecho de posibilidades con las que nos conectamos emocionalmente. Este ejercicio también nos proporciona el recordatorio y la motivación para seguir adelante, día a día, con nuestros objetivos.
4- Hagamos planes de acción.
Aterriza tus sueños al plano físico. Elabora un plan de acción masiva con fechas y objetivos concretos. Ponle un tiempo mínimo y máximo a cada objetivo.
Como en todo, el balance es la clave. Por esto debemos ser flexibles para construir en equipo con la vida. Si nos apegamos a cómo se deben dar las cosas, estaremos cerrados a ellas. Si por ejemplo nos enfrascamos en que se abra la puerta amarilla, no vamos a ver que la puerta azul está abriéndose justo al frente de nosotros con el camino a nuestro objetivo. Podemos adaptarnos al cómo se darán las cosas. Confiar en la manera como se desarrollan las cosas también nos ayuda a estar atentos en el presente, el único lugar donde podemos ser felices. “El hombre superior persevera a lo largo de su viaje, se adapta a los tiempos, pero permanece en su dirección y conectado con sus objetivos”.
5- Ritual de la mañana
El agua rompe la piedra no por su fuerza, sino por su consistencia.
Genera una rutina cada mañana que te reconecte con tu nuevo yo. Lograr un estado mental proactivo y de vitalidad es indispensable para triunfar.
Hazlo tan simple como te sea posible para que tu mente no encuentre excusas. No es necesario, pero si tienes la posibilidad de realizar este ritual en la naturaleza te será de gran ayuda (Un patio, un parque o un lugar cercano con árboles). La naturaleza nos recarga con iones negativos que contrarrestan la sobre carga de iones positivos que prevalece en el mundo de los electrodomésticos.
- Primero puedes hacer estiramientos acompáñanos de ejercicios de respiración. De esta forma la energía vital también fluirá y se incrementará en ti. Yoga y Chi gong son excelentes opciones.
- Medita para salir de tu mente porque, inconscientemente, esta repite los hábitos del pasado. Puedes encontrar meditaciones guiadas en internet. Recomiendo para este propósito que sean técnicas que te conecten con el cuerpo como Vipassana y Anapana. Las meditaciones de visualización sirven para otros propósitos.
- Enciende tu corazón con algún aeróbico. Saltar es uno muy simple y efectivo. Puedes complementar este momento repitiendo afirmaciones positivas.
- Revisa tu plan y tablero de visión. Escribe las prioridades del día. El enfoque es esencial para la productividad.
Todo este ritual puede tomarte de treinta minutos a una hora. Si no tienes treinta minutos para ti cada mañana, definitivamente necesitas algunos cambios drásticos en tu vida. Investiga sobre los rituales de las personas con gran desempeño como Tonny Robbins, Dalai Lama, Barack Obama. Estas son personas muy ocupadas, pero siempre tienen el tiempo para su ritual de la mañana porque entienden la importancia de éste.
6- Apalancamiento
“Yo hago lo que usted no puede y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas” -Madre Teresa de Calcuta.
Como líderes de nuestros sueños estamos a cargo de mover las piezas para seguir avanzando. Asimismo debemos encontrar socios para nuestros proyectos, personas con las que compartamos nuestra visión y nos conectemos de corazón durante su desarrollo.
De la misma forma, un coach, terapista, nutricionista, etc. podrá colaborar con la supervisión objetiva de nuestros nuevos hábitos. Buscar alguien que ya haya logrado lo que queremos y vivir sus estrategias hace el proceso eficaz.
Esta persona no sólo nos ayudará con sus conocimientos y experiencia, sino que también servirá para mantenernos conectados con el compromiso de que florezca ese nuevo yo.
Aprovechemos el impulso que de este fin de año para comprometernos con la creación de nuestra principal obra maestra: Nuestra vida
“Un viaje de mil millas comienza con un solo paso”. -Lao Tzu
